Friday, March 23, 2007

PASEANDO POR NEW YORK. 2- El Metropolitan Museum of Art.

En la 5th avenida y la 81 street, una de las zonas más exclusivas de Manhatan está el Metropolitan Museum of Art.
Como todo museo, tiene esa mezcla de conocimiento, nostalgia y sentimentalismo que tanto me atrae. El Met, como le dicen los newyorkers, te deja viajar por el tiempo gracias a una interesante y exquisita mixtura de arte clásico greco-romano, egipcio, africano subsahariano, indígena centro y sudamericano, europeo renacentista y moderno, art deco de la década de 1930 y americano. Te dan un anticipo de este viaje al entrar al ala americana del museo, con un pasillo que tiene unos 50 relojes antiguos.




También te permite viajar por el mundo permitiéndome volver a recorrer distintos lugares a través de sus pinturas, esculturas y monumentos. Así volví a ver el Partenón, recordar la costa Portuguesa, las catedrales españolas, el templo de Debod de Madrid entrando a su equivalente neoyorquino el de Dendur, el rosedal de Paraná conociendo a la versión original de la venus saliendo del baño y recordar la majestuosidad de las cataratas del Iguazú.



Durante mi recurrido se me mezclaron muchos sentimientos. Me entristecí al ver templos Asirios en Estados Unidos y no en Irak, en su entorno original. Me estremecí al volver a ver obras de Vermeer y un Stradivarius de cerca. Recordé mi infancia y las interminables horas que me pasaba hojeando el Anteojito buscando la foto de Colón cuando vi el cuadro de Sebastiano del Piombo.
De paso aprendí mucho: que el diseño de las pavas no cambiaron mucho en 400 años. Que hace 140 años también existían activistas anti guerra como Thomas Waterman Wood con su tríptico “A bit of war history: the contraband, the recuit, the veteran”. Que en una de esas existe la reencarnación, al ver a Meg Ryan con una rosa en la mano en la obra de John Singer Sargent “Charlotte Louise Burckhardt” (1882). Que en 1885 los laboratorios hubieran sido iguales de interesantes para mi que ahora cuando vi el cuadro de Henry Alexander “In de laboratory”.

Además de todo esto, aproveche y me comí un fillet mignon espectacular entre estatuas griegas y mirando hacia el central park con una cervecita y ¿a que no saben de que marca? Quilmes!! ¿Increíble no?.